Rápidamente, la operación de canje de la deuda ítalo-peruana se convirtió en el pilar de la cooperación italiana en Perú, debido al monto comprometido, a su dimensión social y a la proyección temporal. Además, constituyó un importante precedente en los acuerdos de este género, suscritos por Italia con muchos gobiernos latinoamericanos.
El FIP, que estuvo en actividad hasta diciembre 2018, financió proyectos de cooperación dirigidos a la reducción de la pobreza urbana y rural, la promoción del desarrollo socio-económico, la mejoría de las condiciones de la mujer, y la protección del medio ambiente. En diecisiete años, canjeó alrededor de 200 millones de dólares de deuda entre Italia y Perú, en más de 300 proyectos de desarrollo, beneficiando a más de 2 millones de peruanos en condiciones de pobreza y exclusión social.
Entre los proyectos de mayor impacto, recordamos la implementación del Museo de Sitio de Huaca Rajada, en Sipán, en las proximidades de Chiclayo, en el que se expone piezas de la cultura Moche y ha contribuido al desarrollo de la comunidad local, fortaleciendo su identidad histórico-cultural. Rápidamente, el museo se convirtió en el segundo más visitado de la región.
En la actualidad, gracias a importantes progresos en la lucha contra la pobreza, facilitados también por años de crecimiento económico sostenido, Italia y Perú decidieron suspender la cooperación pública para el desarrollo, conforme a los parámetros de la OCDE, que sitúan a Perú en el grupo de países con ingresos promedio. De tal forma, el 31 de diciembre de 2018, el Fondo Ítalo-Peruano cerró sus puertas.
Sin embargo, tal circunstancia no ha detenido la cooperación para el desarrollo en el Perú, que continúa siendo garantizada por la labor incansable de un gran grupo de Organizaciones No Gubernamentales, muchas de las cuales están asociadas en una entidad coordinadora llamada COIPE (Cooperación Italiana en Perú). Adicionalmente, el estado italiano sigue brindando ayuda en situaciones de emergencia, y ha transformado sus programas de cooperación en herramientas de colaboración más adecuadas a la mutada realidad económica del Perú. Con respecto a la red de ONGs aún operativa, esta es muy amplia y diversificada, signo del compromiso y la cercanía entre ambas naciones.
Aquí señalamos algunas de las más importantes ONGs, actualmente presentes en el Perú: